Un tipo común, que no llama la atención, que no tiene nada atractivo o alarmante. Es, a simple vista, un hombre cualquiera.
Pero ¡pobre de aquel que se atreva a cruzar el umbral de su apacibilidad! De nuevo, es solo mi punto de vista.
Quizás lo conocen, lo hayan visto y hasta hablado con él.
Un ser perverso, un estafador de la mente. El que me Vuelve Loca...
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